9.20.2009

Brindis (Jose Angel Buesa)

He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.

Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.

No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor...

 Y así mientras tú bebes, sonriéndome-así,
yo, sin que tú lo sepas,
me embriagaré de ti...


No hay comentarios:

Tú mi alma entera has invadido
como un siniestro vendaval;
tú en mis entrañas te has metido
como la hoja de un puñal.

Mas si mi letargo es el fin
Sentirias el dolor que me atrapa
dolor inexistente
dolor que me desgarra
dolor intenso ,

mas si fueses el unico en mi mente.